El inversor extranjero que aspira a hacer negocios en Guinea-Bissau debe realizar nueve procedimientos. A nivel global, Guinea-Bissau clasifica en la casilla 107 de 183 economías con determinadas facilidades para este fin. Hacer negocios en Guinea-Bissau hoy no es complicado. A esta antigua colonia portuguesa se le añadió, tras su independencia, el nombre de su capital, Bissau, y tiene una superficie de 36.120 kilómetros ², una población superior a 1.460.253 habitantes y enormes recursos naturales.

El inversor extranjero tiene que inscribir el nombre de su compañía en la base de datos creada al efecto, que incluye el pago del capital mínimo del negocio (que aparece en la parte superior de la ficha electrónica) como testimonio del capital mínimo de su empresa. Para abrir una cuenta corriente solo necesita mostrar una copia de la escritura con las firmas de los socios de la compañía y obtener el recibo del depósito, todo debidamente legalizado.

Si el inversor extranjero no quiere ir al banco, puede pagar la cantidad al registrador del CFE, quien más adelante depositará a su nombre la suma en el banco. El inversor extranjero debe presentar los estatutos de la compañía, la prueba del depósito bancario y de reservación de nombre, y las copias de documentos de identidad de los socios en caso de tenerlos.

En la actualidad unos 700 dólares estadounidenses conforman el PIB per cápita anual de Guinea Bissau y solo 480.000 personas están activas laboralmente, de las cuales el 82% se dedican a la producción agrícola -la nación cuenta con 900.000 ha cultivables- y a la pesca artesanal, pero con enormes recursos naturales aún vírgenes.

Guinea-Bissau tiene un Gobierno con amplio respaldo popular; una situación económica viable para el inversor extranjero; una población con elevados recursos humanos y formación técnica; y un sistema de partidos políticos y separación de poderes asimilable a cualquier sistema europeo, por lo que hacer negocios en Guinea Bissau resulta muy atrayente.

El país dispone de enormes recursos naturales en materia energética, forestal, agroalimentaria y metalífera, y personal capacitado, pero sin recursos para ser productivos. El Estado, que tiene un interés en la mejora de la precaria situación social, ofrece al inversor extranjero un abanico de recursos, muchos de ellos ya desarrollados parcialmente.

En la actualidad Guinea-Bissau es miembro de la UEMAO (Unión Económica y Monetaria de África Occidental), con condiciones de libre circulación de capitales en los territorios de ocho países; desde 1999 tiene cambio fijo de 1 Euro=655 Francos CFA, y mantiene convenios de reciprocidad con Portugal, su puerta de entrada a la Unión Europea (UE).

Hacer negocios en Guinea Bissau hoy, gracias a sus enormes recursos naturales, brinda oportunidades en la agricultura en general, ganadería y la industria maderera. En materia de energía se prioriza la electricidad, derivados del petróleo, maderas leñosas, energía solar y energías renovables; asimismo en la participación de entes públicos como la telefonía móvil, transportes, puertos y aeropuertos, minería (oro, bauxita, fosfatos, y otros minerales); en el petróleo y el gas mediante la asociación entre Petroguin E.P. y empresas interesadas para la exploración y explotación petrolífera y gasífera; agro-industria; química y farmacia (explotación de plantas medicinales); y en los servicios financieros y bancarios.

Guinea-Bissau es el 6º productor del mundo de anacardos, con una producción anual de 115.000 toneladas métricas y tiene abierta sus puertas al inversor extranjero para el proceso de la cosecha del anacardo dirigido al consumo interno y la exportación; el establecimiento de empresas lácteas para la producción y distribución interna; crear empresas de refrescos y bebidas con vistas a la exportación al resto de países de la UEMAO, así como la explotación, distribución y exportación regulada de otros productos como frutas tropicales y café.