Entre los puntos fuertes para vivir e invertir en España se encuentran la ausencia de elementos negativos en la historia reciente, que no es un país agresivo, despierta simpatía y alegría, aunque en la actualidad existe cierta confusión por cómo le está afectando la crisis económica y financiera.

Frente a las fortalezas, las debilidades estarían su ubicación entre los conceptos de país tradicional, anticuado o premoderno, no del todo europeo, de sol y playa, bueno para vivir, pero malo para trabajar, a tono con los tiempos actuales.

En concreto, hay quienes sostienen que hay “dos Españas”, la dura e imperial y la blanca y romántica, marcadas por el arquetipo ilustrado del siglo XVIII en el primer caso, el de un lugar en decadencia, posmoderno, intolerante, rígido y muy religioso, y por el arquetipo romántico del siglo XIV, “premoderno, exótico, hiperactivo, tolerante, abierto, plural, auténtico, derrochador y también generoso”.

Entre sus distintivos básicos se encuentran los toros y el flamenco, seguidos de conceptos como la pasión, los monumentos y el fútbol. El diferencial semántico de la visión del territorio nacional se caracteriza por términos como “divertida, caliente, religiosa, grosera y fiable”.

Hoy España ha pasado, para algunos, “del milagro a la maldición” y su imagen en el exterior se ha deteriorado, ya que en el 2004 era la mejor valorada en Europa, y en 2018 ha caído al decimoquinto puesto, desde el 10, donde se encontraba en el año 2009.

Sin embargo, también para muchos analistas España no es solamente el país con la mejor liga de fútbol. El mercado de España está abierto a la inversión extranjera y local que puede traer grandes beneficios a quienes deciden aventurarse en el mundo de los negocios.

Vivir e invertir en España, no obstante, sigue siendo una posibilidad viable, pues se conoce como la meca de las inversiones en propiedades ya que su ubicación geográfica y su idioma la destacan por encima de otros países del grupo europeo. Vivir e invertir en España en sus diferentes sectores, pues, fortalece las carteras de inversiones, además de que deviene oportunidad para la inversión extranjera que busca esferas más reconocidas.

Por ejemplo, sectores como el de la industria aurífera han crecido significativamente en los últimos tiempos y la tendencia al alza del mismo parece augurar grandes beneficios a la inversión extranjera en esa dirección.

La explotación minera en España se ha dado en forma leve, pese a que existen grandes yacimientos auríferos. La última mina de oro explotada corrió a cargo de la empresa canadiense Río Narcea Gold Mines, que realizaba las labores mineras en Asturias. Dicha empresa ha extraído 30 toneladas de oro (un millón de onzas) por valor de unos 300 millones de euros. La industria aurífera alrededor del mundo tiene muchas oposiciones de grupos ecologistas; aun así, la industria aurífera prolifera en lugares como La Coruña, Badajoz, Toledo y Huelva, con estimados que superan los 100 millones de kilogramos. Gracias a estos permisos de explotación, la compra de oro se ha cuadriplicado en los últimos meses manteniendo abastecido al mercado europeo aurífero.

En la actualidad para quienes quieren vivir e invertir en España, son múltiples las oportunidades de hacerlo, siendo las más pretendidas por la inversión extranjera las siguientes: Instituciones de inversión colectiva; Fondos de Pensiones; Inversión en la bolsa española; Seguros; e Inversión en Renta Fija.